Suponte que una gallina se diga así misma: quiero ser águila. ¿Será águila la gallina solo por querer serlo?
Suponte que la gallina cambie su alimentación. Imagínate que diga: voy a dejar de comer comida de gallina. De ahora en adelante voy a comer comida de águilas. ¿La convertirá eso en un águila? ¡Lo que haría seria enfermarla!
Todo lo que den es bien recibido si lo dan con entusiasmo. Y den según lo que tienen, no según lo que no tienen.
¡Oh si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que toca a tu paz! mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, que tus enemigos te cercarán con baluarte, y te pondrán cerco, y de todas partes te pondrán en estrecho, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti; y no dejarán sobre ti piedra sobre piedra; por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.
Los que se burlan del pobre insultan a su Creador; los que se alegran de la desgracia de otros serán castigados.
¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios! Nuevamente lo alabaré, ¡mi Salvador y mi Dios!
Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo. Efesios 4:32.
Sin embargo, los que el Padre me ha dado vendrán a mí, y jamás los rechazaré.
Comencemos con la visita a nuestro singular «zoológico» observando el curioso comportamiento de las cabras. A su manera, ellas tendrán algo para decirnos.
No descuides el don espiritual que recibiste mediante la profecía que se pronunció acerca de ti cuando los ancianos de la iglesia te impusieron las manos.
me complace hacer tu voluntad, Dios mío, pues tus enseñanzas están escritas en mi corazón.