Clase de Guía
El concepto de «amar al prójimo» es central en muchas tradiciones religiosas y éticas. Pero, ¿qué significa realmente amar a nuestros semejantes? Para explorar este tema, veamos el texto de Levítico 19:9-18, que proporciona una guía práctica para vivir con integridad y compasión. Generosidad y Justicia Social Levítico 19:9-10 nos instruye a dejar parte de nuestras cosechas para los pobres y los extranjeros. Este mandato subraya la importancia de la generosidad y el compartir con aquellos que están en necesidad. Amar al prójimo implica una responsabilidad social de cuidar a los más vulnerables entre nosotros. > «Cuando llegue el tiempo de la cosecha, no sieguen hasta el último rincón de sus campos ni recojan todas las espigas que allí queden. No rebusquen hasta el último racimo de sus viñas, ni recojan las uvas que se hayan caído. Déjenlas para los pobres y los extranjeros. Yo soy el Señor su Dios.» Honestidad y Transparencia Los versículos Levítico 19:11-12 destacan la importancia de la honestidad en nuestras interacciones. No robar, mentir o engañar son principios fundamentales para construir relaciones basadas en la confianza. > «No roben. No mientan. No engañen a su prójimo. No juren en mi nombre falsamente, ni profanen el […]
Sin embargo, los que el Padre me ha dado vendrán a mí, y jamás los rechazaré.
No descuides el don espiritual que recibiste mediante la profecía que se pronunció acerca de ti cuando los ancianos de la iglesia te impusieron las manos.
Sucederá en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando se toque la trompeta final. Pues, cuando suene la trompeta, los que hayan muerto resucitarán para vivir por siempre. Y nosotros, los que estemos vivos, también seremos transformados.
No juzguen a los demás, y no serán juzgados
Es mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a lograr el éxito.
No se asocien íntimamente con los que son incrédulos. ¿Cómo puede la justicia asociarse con la maldad? ¿Cómo puede la luz vivir con las tinieblas?
En cambio, crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo. Efesios 4:32.
Vivan sabiamente entre los que no creen en Cristo y aprovechen al máximo cada oportunidad.
Todo lo que den es bien recibido si lo dan con entusiasmo. Y den según lo que tienen, no según lo que no tienen.
Por medio de Cristo, han llegado a confiar en Dios. Y han puesto su fe y su esperanza en Dios, porque él levantó a Cristo de los muertos y le dio una gloria inmensa.
Los que se burlan del pobre insultan a su Creador; los que se alegran de la desgracia de otros serán castigados.
me complace hacer tu voluntad, Dios mío, pues tus enseñanzas están escritas en mi corazón.
¿Por qué estoy desanimado? ¿Por qué está tan triste mi corazón? ¡Pondré mi esperanza en Dios! Nuevamente lo alabaré, ¡mi Salvador y mi Dios!
Pero cada día el Señor derrama su amor inagotable sobre mí, y todas las noches entono sus cánticos y oro a Dios, quien me da vida.
Además, el Espíritu Santo nos ayuda en nuestra debilidad. Por ejemplo, nosotros no sabemos qué quiere Dios que le pidamos en oración, pero el Espíritu Santo ora por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras.