¿Como se justificará el hombre con Dios? ¿Cómo se hará justo el pecador? Sólo por intermedio de Cristo podemos ser puestos en armonía con Dios y con la santidad; pero ¿cómo debemos ir a Cristo? Muchos formulan hoy la misma pregunta que hizo la multitud el día de Pentecostés, cuando, convencida de pecado, exclamó: ¿Qué haremos?
Si no fuera por el hecho de que Roberto es mi amigo, yo no creería este relato. Pero conozco bien a Roberto. Él es uno de los que dibujaban las ilustraciones de la revista para los menores, en inglés.
Cuando Jesús reveló a sus discípulos la suerte de Jerusalén y los acontecimientos de la segunda venida, predijo también lo que habría de experimentar su pueblo desde el momento en que él sería quitado de en medio de ellos, hasta el de su segunda venida en poder y gloria para libertarlos.
¿Has tenido la oportunidad de estudiar o de observar la vida de las abejas? Es admirable cómo viven y trabajan. Su instinto las lleva a trabajar casi sin cesar, con una perseverancia, una diligencia y una productividad que asombran al más indiferente. La vida de la abeja es corta: no pasa los cincuenta días. Y durante ese tiempo alcanza a producir unos 25 gramos de miel. Para llenar el recipiente de un litro de miel en un día, ¿podemos imaginar cuántas abejas se requieren? Se afirma que para producir apenas medio litro de miel, las abejas hacen 2,700,000 viajes de flor en flor, y recorren 8,000,000 de kilómetros.
El hombre estaba dotado originalmente de facultades nobles y de un entendimiento bien equilibrado. Era perfecto y estaba en armonía con Dios. Sus pensamientos eran puros, sus designios santos. Pero por la desobediencia, sus facultades se pervirtieron y el egoísmo reemplazó el amor.
Suponte que una gallina se diga así misma: quiero ser águila. ¿Será águila la gallina solo por querer serlo?
Suponte que la gallina cambie su alimentación. Imagínate que diga: voy a dejar de comer comida de gallina. De ahora en adelante voy a comer comida de águilas. ¿La convertirá eso en un águila? ¡Lo que haría seria enfermarla!
¡Oh si también tú conocieses, a lo menos en este tu día, lo que toca a tu paz! mas ahora está encubierto de tus ojos. Porque vendrán días sobre ti, que tus enemigos te cercarán con baluarte, y te pondrán cerco, y de todas partes te pondrán en estrecho, y te derribarán a tierra, y a tus hijos dentro de ti; y no dejarán sobre ti piedra sobre piedra; por cuanto no conociste el tiempo de tu visitación.
Comencemos con la visita a nuestro singular «zoológico» observando el curioso comportamiento de las cabras. A su manera, ellas tendrán algo para decirnos.
La Naturaleza y la revelación a una dan testimonio del amor de Dios. Nuestro Padre Celestial es la fuente de vida, sabiduría y gozo. Mirad las maravillas y bellezas de la naturaleza.
Pedro tenía que escaparse por un rato. Cuando uno vive en un apartamento con dos hermanitos y una hermanita, nunca se puede estar solo. Por suerte, detrás del apartamento donde vivía Pedro, había un bosquecito donde no había edificios. A Pedro le gustaba explorarlo siempre que podía. Un día encontró un espacio abierto, rodeado por arbustos que parecía que nadie conocía. Era un lugar perfecto para esconderse, leer, soñar o pensar. Así que termino sus tareas rápidamente y le pregunto a su mama si podía salir a jugar.