Guardianes de la Flama
Guardianes de la Flama
Serie de ocho videos escritos y presentados por el Dr. Allan Lindsay. Esta serie nos narra los inicios de la Reforma Protestante y el nacimiento de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Están divididos en ocho episodios:
- La Apostasía.
- Los Reformadores.
- La Gran Expectativa.
- Después de la decepción.
- El más débil de los débiles.
- Una luz menor.
- Un ministerio sanador.
- Ellen… La mujer.
La Apostasía Según su etimología, la palabra apostasía proviene del latín «apostasĭa», que a su vez deriva del griego «ἀποστασία». Esta palabra se compone de elementos léxicos como el prefijo «ἀπο» (apo), que significa «fuera de»; la raíz «στασις» (stasis), que significa «colocar» o «poner»; el sufijo griego «sis», que denota acción; y el sufijo «ia», que indica «cualidad». El apóstol Pablo, en su segunda carta a los Tesalonicenses, predijo la gran apostasía que resultaría en el establecimiento del poder papal. Declaró, respecto al día de Cristo: «Ese día no puede venir, sin que venga primero la apostasía, y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición; el cual se opone a Dios, y se ensalza sobre todo lo que se llama Dios, o que es objeto de culto; de modo que se siente en el templo de Dios, ostentando que él es Dios.» (2 Tesalonicenses 2:3-4, V.M.) Además, el apóstol advierte a sus hermanos que «el misterio de iniquidad está ya obrando.» (Vers. 7) Ya en aquella época veía que se introducían en la iglesia errores que prepararían el camino para el desarrollo del papado. Poco a poco, primero solapadamente y a hurtadillas, y después con más […]
Episodio 2 – Los Reformadores Aunque sumida la tierra en tinieblas durante el largo período de la supremacía papal, la luz de la verdad no pudo apagarse por completo. En todas las edades hubo testigos de Dios, hombres que conservaron su fe en Cristo como único mediador entre Dios y los hombres, que reconocían la Biblia como única regla de su vida y santificaban el verdadero día de reposo. Nunca sabrá la posteridad cuánto debe el mundo a esos hombres. Se les marcaba como a herejes, los móviles que los inspiraban eran impugnados, su carácter difamado y sus escritos prohibidos, adulterados o mutilados. Sin embargo permanecieron firmes, y de siglo en siglo conservaron pura su fe, como herencia sagrada para las generaciones futuras. La historia del pueblo de Dios durante los siglos de obscuridad que siguieron a la supremacía de Roma, está escrita en el cielo, aunque ocupa escaso lugar en las crónicas de la humanidad. Pocas son las huellas que de su existencia pueden encontrarse fuera de las que se encuentran en las acusaciones de sus perseguidores. La política de Roma consistió en hacer desaparecer toda huella de oposición a sus doctrinas y decretos. Trató de destruir todo lo […]