No descuides el don espiritual que recibiste mediante la profecía que se pronunció acerca de ti cuando los ancianos de la iglesia te impusieron las manos.
me complace hacer tu voluntad, Dios mío, pues tus enseñanzas están escritas en mi corazón.
Sucederá en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, cuando se toque la trompeta final. Pues, cuando suene la trompeta, los que hayan muerto resucitarán para vivir por siempre. Y nosotros, los que estemos vivos, también seremos transformados.
En cambio, crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
No juzguen a los demás, y no serán juzgados
Es mejor ser dos que uno, porque ambos pueden ayudarse mutuamente a lograr el éxito.
No se asocien íntimamente con los que son incrédulos. ¿Cómo puede la justicia asociarse con la maldad? ¿Cómo puede la luz vivir con las tinieblas?