La invitada
Una noche los Conquistadores fueron a patinar. Laura había invitado a su amiguita Margarita para que patinara con ella. Tan pronto llegaron al gimnasio, fueron al encargado de la oficina y alquilaron dos pares de patines. Pero casi en seguida que se los pusieron, se dieron cuenta de que algo andaba mal. Una de las ruedas de uno de los patines de Margarita estaba trabada.
Las niñas no quisieron reclamar y decidieron hacer uso de los patines lo mejor que podían. Fueron alrededor del gimnasio varias veces y Margarita iba constantemente empujando la rueda trabada. Y en un momento mientras daban exactamente la vuelta al final de la pista, la rueda trabada se salio y rodó lejos.
En seguida alguien llego corriendo donde yo estaba, porque yo era el director de los Conquistadores. “Se salio una rueda del patín de margarita” me dijo Yo vi. Lo que sucedía y le pedí a Margarita que sujetara la rueda mientras yo iba a buscar la tuerca que se suponía sostenía a la rueda en su puesto.
Yo había puesto muchas ruedas anteriormente y estaba seguro que no me demoraría mucho en hacerlo esta vez. Pero en seguida me di cuenta que esa rueda estaba en peores condiciones de las otras que yo había arreglado.
“Esperen un minuto”, dije a las muchachitas “voy a al encargado que nos ayude”. El encargado estaba tan seguro como yo de que el podría arreglar la ruedita, pero cinc minutos mas tarde, movió la cabeza, “No sirve”, dijo, “y yo no tengo la herramienta necesaria. ¡Pobre Margarita! Se puso tan triste que yo decidí intentar arreglar la rueda de nuevo. Yo la quitaba y la ponía, luego la volvía a quitar y la volvía a poner. Pero no había remedio. La rueda no se podía arreglar.
— Lo siento — le dije a Margarita. — Ya no puedo hacer nada más. ¿Porque no le pides al encargado que te otro par de patines?
— Ya lo hemos hecho – dijo Laura —, y el nos dijo que no tenia mas patines de ese tamaño. ¡Que pena! Las muchachitas solo habían patinado algunos minutos y faltaba una hora antes de que los padres fueran a buscarlas.
Yo tuve que dejarlas porque tenía que ayudar a otro de los menores, y me preguntaba que podrían hacer las niñas el resto del tiempo. ¿Patinaría Laura y dejaría sentada a Margarita? No, por cierto. Solo pasaron algunos minutos antes de que las viera de nuevo. Y para mi sorpresa, se habían sentado y Las dos se habían quitado los patines.
— Laura – le pregunte –, ¿Porque te quitastes los patines?
— Bueno, porque margarita es mi invitada y debo acompañarla.
Y durante el resto de la tarde, Laura no volvió a patinar, aunque hubiera podido hacerlo. Ella se quedo al lado de su invitada, de manera que Margarita no se sintiera triste porque se le había roto el patín.
En esos momentos pensé que era uno de los mejores gestos que había visto en mucho tiempo. ¿Te has dado cuenta de porque ciertas personas te caen bien? ¡Observa con cuidado! Si alguien es bondadoso contigo, es imposible que esa persona no te guste. Aunque sea un camionero corpulento y jactancioso.
El camionero bondadoso
María Flores iba manejando por una carretera asolada y solitaria cuando uno de los neumáticos del automóvil se le desinflo. ¡Y ella no sabía como arreglarlo!
Así que salio del automóvil muy desanimada. Había por lo menos cinco kilómetros hasta el pueblo que ella acababa de dejar y ella no tenia idea de cuántos kilómetros faltarían para el próximo pueblo.
De pronto, notó un enorme camión que venia por la carretera. Venia a tremenda velocidad y ella atuvo que dar un salto para quitarse del camino. El automóvil vibro y la tierra tembló bajo sus pies. Por un instante pensó que iba a volar por el espacio a causa de la ventolera.
“¡Camionero entupido y egoísta!”, pensó “Se cree que es el dueño de la carretera. ¿Porqué irá tan rápido? Si yo fuera policía, lo arrastraría a un lado y le haría pagar una multa grande. También le quitaría la licencia para que no volviera a manejar en toda su vida, eso es lo que le haría. Las carreteras serian mucho más seguras si me las voy arreglar? ¡Válgame el cielo!”.
De pronto, escucho un sonido extraño y volvió la cabeza. Para su asombro, el mismo camión estaba ahora regresando hacia ella a la inversa y gran velocidad. Asi se mantuvo hasta que quedó a pocas pulgadas del automóvil. Luego el chófer se bajo y corrió hacia ella.
— Buenas tardes, señora – dijo en tono agradable — ¿Se le reventó la llanta?
— Sssii – respondió ella débilmente.
Bueno, si me da las llaves, para abrir el maletero y sacar la llanta de repuesto, tratare de cambiársela.
A María le pareció que en menos tiempo de lo que lleva contarlo, el camionero había levanto el auto con el gato, había quitado la llanta desinflada y había puesto la de repuesto. Ella registro a tientas su cartera para buscar algo con que pagarle al hombre.
Este se enderezó, se limpio las manos. “Oh, no, señora”, protesto el camionero. “ No le voy a cobrar nada». Lo hice solo por el placer de servirla”. En se momento ella noto algo que no había notado antes. El
hombre tenía los brazos cubiertos de enormes ampollas.
–Perdóneme – tartamudeo Maria –. ¿Que le paso en los brazos? –No mucho – respondió el –. Algo estallo precisamente cerca de mí hace unos minutos y me queme bastante. Yo iba rápido hacia el hospital para recibir ayuda cuando la vi. Aquí desamparada. Bueno, mejor sigo mi camino. Adiós”.
Y sin hablar otra palabra, salto al camión y siguió de largo. Maria estuvo sentada en su automóvil bastante rato, pensando. Finalmente inclino la cabeza sobre el volante y susurro una oración: “Querido Dios, perdóname, por favor, por juzgar a los demás demasiado rápido. Y ayúdame a ser tan bondadosa como ese camionero”.
El personaje más bondadoso que ha existido jamás
La Biblia esta llena de relatos de persona s que fueron bondadosas. Rebeca gano un esposo por ser bondadosa con el sirviente de Abraham, dando agua a sus camellos junto al pozo. Jacob ganó a Raquel como esposa porque e dio agua a sus ovejas. Moisés fundo un hogar en el desierto por ser bondadoso con las siete hijas de Jetro. Todo el mundo admira a José por haber sido tan bondadoso con sus celosos hermanos.
Pero el hombre más bondadoso de todos, el más bondadoso que haya vivido jamás, fue Jesús. Fueron las cosas bondadosas que hizo las que hacen que tú le ames tanto. El fue bondadoso con el hombre en le estanque de Betesda que había estado enfermo por tantos años. El alimento a los que tenían hambre y dejaba que los niños se sentaran en sus rodillas. El camino todo un día para llegar a Sirofenicia, solo para sanar a una niña enferma y después que resucito ala niña de Jairo, fue el primero que dijo que ella tenía hambre y pidió que le diera n de comer. Aunque Pedro decía cosas tontas, Jesús nunca se burlo de el. Y aunque judas criticaba constantemente y decía mentiras, Jesús nunca lo puso en aprietos en público porque eso era falto de bondad.
Y cuando, después de haber sido siempre bueno y bondadoso y no haber cometido nunca un pecado, se le pidió que llevara lo pecados que todo el mundo había cometido y cometería, y que cargara toda la culpa de los errores que todo el mundo había hecho, el acepto de todo corazón esa culpa y murió en la cruz para que nosotros no fuéramos castigados. ¡Que hombre tan y tan maravilloso era Jesús!
Probablemente nosotros nunca alimentaremos a 5,000 personas con solo cinco panes y dos pececitos, pero no olvidemos que la mayoría de las cosas bondadosas que Jesús hizo fueron cositas pequeñas en la casa. Durante 30 años vivió en casa de sus padres, ayudando a su papa y cuidando a su mama cuando su papa murió.
No dejes de ser bondadoso ayudando a mama a lavar la loza, a mantener limpio su cuarto, a atar los cordones de los zapatos de tu hermanito, a enviar tarjetas con buenos deseos a alguien que esta enfermo, a agradecer a la maestra por hacer interesante las clases. Hay muchas maneras de ser bondadoso. Algunas son fáciles. Otras pueden ser difíciles, como tratar de ser amigable con alguna compañerita que no sea muy simpática. Pero no tienes que hacerlo sin ayuda. Lo puedes hacer por la gracia de Dios.