Aunque sumida la tierra en tinieblas durante el largo período de la supremacía papal, la luz de la verdad no pudo apagarse por completo. En todas las edades hubo testigos de Dios, hombres que conservaron su fe en Cristo como único mediador entre Dios y los hombres, que reconocían la Biblia como única regla de su vida y santificaban el verdadero día de reposo. Nunca sabrá la posteridad cuánto debe el mundo a esos hombres. Se les marcaba como a herejes, los móviles que los inspiraban eran impugnados, su carácter difamado y sus escritos prohibidos, adulterados o mutilados. Sin embargo, permanecieron firmes, y de siglo en siglo conservaron pura su fe, como herencia sagrada para las generaciones futuras.
Antes de comenzar necesitas saber que existen dos norte, el norte magnético y el norte verdadero. El norte verdadero es una dirección geográfica representada en los mapas topográficos con las líneas de longitud, es decir las líneas verticales. Cada línea longitudinal inicia y termina directamente en los polos norte y sur de la tierra. En cambio, el norte magnético es un punto cambiante en la región ártica de Canadá y es donde apunta la aguja de tu brújula. En otras palabras, si quisieras visitar a Santa Claus en el polo norte, debes seguir el norte verdadero y no el norte magnético.
Veamos ahora el caso particular de una oveja, cuya presencia deseamos destacar en nuestro «zoológico». El turista se encontraba de visita en una zona rural de Suiza. Mientras observaba las bellezas de la región, pasó frente a él un pequeño rebaño de ovejas encabezadas por su pastor. Y al forastero le llamó la atención que una de las ovejas tuviese quebrada una de sus patas. Acercándose entonces al pastor, le comentó el hecho. Y éste le respondió: «Sí señor, ya lo sé. Por extraño que parezca, yo mismo le quebré la pata. De todas mis ovejas, ésta era siempre la más atrasada. Nunca me obedecía. Así que tuve que quebrarle la pierna para que aprendiera a depender de mí. Cuando se sane, éste será el animal modelo del rebaño. Entretanto, está aprendiendo a obedecer por medio del sufrimiento».
El que encubre sus transgresiones, no prosperará; mas quien las confiese y las abandone, alcanzará misericordia. Las condiciones indicadas para obtener la misericordia de Dios son sencillas, justas y razonables. El Señor no nos exige que hagamos alguna cosa penosa para obtener el perdón de nuestros pecados. No necesitamos hacer largas y cansadoras peregrinaciones, ni ejecutar duras penitencias, para encomendar nuestras almas al Dios de los cielos o para expiar nuestras transgresiones, sino que todo aquel que confiese su pecado y se aparte de él alcanzará misericordia.
La especialidad de Perros entra en la categoría Estudio de la Naturaleza. El Guía Mayor Roger Aguirre nos va presentar los requisitos y conocimientos que debemos tener para aprobar satisfactoriamente esta especialidad.
Él nos solicita crear un álbum en el que aparezcan 25 razas de perros domésticos y por lo menos 3 de la familia de los salvajes. También usted debe escribir una historia sobre un perro o donde un perro sea protagonista.
Una noche los Conquistadores fueron a patinar. Laura había invitado a su amiguita Margarita para que patinara con ella. Tan pronto llegaron al gimnasio, fueron al encargado de la oficina y alquilaron dos pares de patines. Pero casi en seguida que se los pusieron, se dieron cuenta de que algo andaba mal. Una de las ruedas de uno de los patines de Margarita estaba trabada.
El apóstol Pablo, en su segunda carta a los Tesalonicenses, predijo la gran apostasía que había de resultar en el establecimiento del poder papal. Declaró, respecto al día de Cristo: Ese día no puede venir, sin que venga primero la apostasía, y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición; el cual se opone a Dios, y se ensalza sobre todo lo que se llama Dios, o que es objeto de culto; de modo que se siente en el templo de Dios, ostentando que él es Dios.
Avancemos unos pasos en nuestro recorrido por el imaginario zoológico de estas páginas. Detengámonos ahora frente a un armiño, ese animalito cuyo ambiente natural son las selvas de Asia y Europa, y que protege con singular celo su blanco pelaje.
¿Como se justificará el hombre con Dios? ¿Cómo se hará justo el pecador? Sólo por intermedio de Cristo podemos ser puestos en armonía con Dios y con la santidad; pero ¿cómo debemos ir a Cristo? Muchos formulan hoy la misma pregunta que hizo la multitud el día de Pentecostés, cuando, convencida de pecado, exclamó: ¿Qué haremos?
Si no fuera por el hecho de que Roberto es mi amigo, yo no creería este relato. Pero conozco bien a Roberto. Él es uno de los que dibujaban las ilustraciones de la revista para los menores, en inglés.